"Dígame qué busca y lo dejaré pasar," dijo el perro con mirada serena, pero con una determinación capaz de espantar a quien albergara malas intenciones en el corazón. "Cuido del pueblo costero que me vio nacer, así que no se extrañe si me quedo aquí decidiendo si usted es digno de dar un paso más." Unos pocos instantes transcurrieron y después de un bostezo, continuó, "claro, si me rasca la cabeza y la panza, puede que me forme una mejor opinión de usted."
2 comentarios:
Muy bonta foto. Me gusta como se ven los ojos, llaman mucho la anteción.
Tenía mirada profunda. Todos los perros de ese pueblo eran así.
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